| Sus nombres podr?n ser olvidados... Pero sus hazaas son inmortales.Toda nacin tiende a recordar y exaltar la memoria de los hroes. Ellos personifican, con sus aciertos y sus errores, el nacimiento de nuestra Patria. Sin embargo, con el paso del tiempo hemos perdido la dimensin de sus acciones. Nos hemos quedado con una imagen distante y confusa de aquellas primeras horas de combate, en las que se conquist con sangre la libertad de las provincias que hoy forman la Repblica. El recuerdo de estos patriotas de la primera hora se ha hecho difuso? Sus rostros se han transformado lentamente en un bronce mudo e inexpresivo? Los episodios de la Guerra de la Independencia que ellos protagonizaron, se han convertido en leyendas, y poco a poco, las hemos olvidando. Pero a veces, cosas del destino, nuestra existencia rutinaria se cruza con alguno de stos relatos anecdticos que nos llegan con ecos lejanos de caones y glorias pasadas. A medida que recorremos las p?ginas de nuestra gesta independentista, empezamos a vislumbrar el verdadero rostro de aquellos antiguos prceres de la argentinidad naciente. De entre el polvo de los archivos, a travs del humo de la batalla, aparecen frente a nosotros fantasmas de tiempos olvidados. Vienen a incomodarnos, a conmovernos, a sorprendernos con sus memorias y gestos? Pero sobre todo, vienen a recordarnos quines ramos, quines fuimos, alguna vez, los argentinos?'Es como en las grandes historias, las verdaderamente importantes, siempre estaban llenas de oscuridad y peligro. Y algunas veces uno no quera saber el final, porque? Cmo poda ser un final feliz? Cmo poda el mundo volver a ser cmo era, cuando tanto mal haba ocurrido? Pero al final, es una cosa pasajera, esa sombra. Hasta la oscuridad debe pasar. Llegar? un nuevo da. Y cuando el sol brille, brillar? con m?s claridad. Esas eran las historias que recordabas? Que significaban algo, aun cuando eras muy joven para saber por qu? Pero creo que s entiendo, ahora lo s. La gente en esas historias tuvo muchas oportunidades de volverse atr?s, pero no lo hacan. Seguan adelante, porque estaban aferr?ndose a algo? A que existe bondad en este mundo? Y a que vale la pena luchar por ella.' (J.R.R. Tolkien). |
