L?stima que le gustaran tanto los besos de aquella mujer?La fiscal del distrito E.D. Martel haba visto cmo toda su vida se vena abajo de pronto y necesitaba un hombre en el que poder confiar, un hombre protector, honesto y justo? Un hombre como Dylan Justiss, que adem?s era increblemente sexy. Dylan llevaba toda la vida enamorado de E.D., pero justo cuando todos sus sueos profesionales estaban a punto de convertirse en realidad no era el momento de intentar nada con ella. E.D. se haba metido en un buen lo y cualquiera al que se le relacionara con ella se arriesgaba a arruinar su reputacin? y por tanto su puesto de juez. |