No nos angustia tanto la muerte como la vida. Si la primera introduce al humano en el mundo del erotismo y devenir temporal, su rechazo har? de la segunda una vida vaca, fuera del tiempo y el gusto de la experiencia. El resultado: una muerte en vida. En otros trminos, de la pretensin de una vida eterna, solo resulta una muerte constante. As, el cansancio de la vida, al que solo se llega haciendo sin estar en lo que se hace, se apoder del hombre moderno, que sufre de no poder sufrir. La muerte fue reducida a ser a aquello que se lleva la vida, ignor?ndose que es, en ltima instancia, la que nos lleva hacia ella. Para salir de la vida mortfera (la muerte en vida) es necesario atravesar su reverso, la muerte vital, transformacin y proceso. Esta muerte trae consigo una peculiar resurreccin, aquella de la existencia. Asumir la muerte significa aqu, en primer lugar, reconocer la deuda simblica con el pasado, apropiarse de la cualidad vital y procesual del tiempo y sobre todo arrancarle a ese devenir necesariamente inconsciente una particular conciencia. |