De qu iban a ponerse a hablar los dioses en un bar si no era de la naturaleza de los hombres? 'Cualquiera dira que se entienden entre s, pero no tienen ni idea de lo que significan sus palabras para los dem?s. Cmo resistirse a esta farsa?', pregunta Apolo.Hermes, en cambio, cree que la conciencia y el lenguaje dan la felicidad, y para zanjar la cuestin, apuesta con Apolo un ao de servidumbre a los resultados de un experimento. Se trata de conceder la palabra y el pensamiento a quince perros que est?n pasando la noche en una clnica veterinaria cercana. Y a ver qu pasa.Claro que en una manada deben prevalecer la mentalidad de grupo y el instinto, no el egosmo, la voluntad de poder o, peor an, la voluntad potica que empieza a manifestar alguno de los quince perros. La conciencia parece una bendicin y tambin un peligro: sin ella no seran posibles el amor y la redencin tal y como los entendemos los seres humanos, pero los dioses, al igual que los perros, no lo tendr?n tan f?cil para ponerse de acuerdo. |