| En el derecho eclesi?stico de la Espaa medieval, la prelacin era, al momento de proveer puestos vacantes, la preferencia que se les deba otorgar -en caso de igualdad de mritos- a los nativos de la regin. Con el benepl?cito de la Corona, y a veces con su iniciativa, esta regla pas a Amrica, donde se fue extendiendo a casi todos los cargos, empleos y dignidades. A pesar de los numerosos y concluyentes textos escritos sobre tal principio, Madrid dist mucho de respetarlo y muchas veces prefiri privilegiar a los espaoles peninsulares. Tal situacin provoc quejas y frustraciones cada vez m?s frecuentes, argumentadas y sentidas entre los criollos americanos que, con razn, se consideraban postergados. De ah naci una verdadera literatura, hoy olvidada por haber sido de naturaleza esencialmente jurdica y cuyos textos han permanecido inditos o no se han vuelto a publicar desde el siglo XVII. La defensa de la prelacin se convirti en una de las manifestaciones m?s visibles, pertinaces y virulentas del criollismo colonial. Hasta la poca preindependentista, sus planteamientos y reclamos razonados siguieron figurando entre las exigencias m?s explcitas y prioritarias de los americanos. |
