PREFACIO
Durante el año 1982 mantuve varias conversaciones con mi amigo y colega universitario Pedro Álvarez Lázaro sobre historia de la educación española. Álvarez Lázaro había ido constatando en sus investigaciones que la historiografía española sobre el krausismo tenía una sorprendente laguna: tanto la figura de Krause como sus obras originales, como, finalmente, su significado en la Alemania del siglo XIX, eran casi absolutamente desconocidos. Se repetían unos pocos tópicos acerca de la especificidad del krausismo español, desconociendo los orígenes alemanes de los que nuestro krausismo supuestamente se diferenciaba.
Era necesario llenar esa laguna. Y así nació mi investigación sobre Krause. En un primer momento me propuse escribir un libro no muy extenso sobre las ideas fundamentales de la filosofía práctica, cuyo primer capítulo estuviese dedicado a una breve reseña biográfica del filósofo, cerrándose el estudio con un capítulo sobre las repercusiones de la obra de Krause en la Alemania del siglo XIX. Una comparación detallada delIdeal de la Humanidad de Sanz del Río con el de Krause habría de constituir uno de los capítulos centrales del libro.
Con estas ideas viajé a Alemania en el verano de 1983, junto con el Profesor Pedro Álvarez. Unos primeros sondeos en la biblioteca bávara de Múnich, en el archivo de Krause que se conserva en la biblioteca sajona de Dresden, así como en la biblioteca central de la masonería alemana en Bayreuth, arrojaron un resultado inesperado: el material impreso de los escritos de Krause, los inéditos y la bibliografía krausológica eran abundantísimos y sobremanera prometedores. Una conversación mantenida en Múnich con el Dr. Rogelio García-Mateo me confirmó en el interés que tendría una investigación detallada sobre la filosofía práctica del padre del krausismo1. Tras algunos intentos esporádicos en 1984, comencé a dedicar la mayor parte de mi tiempo a la investigación krausológica desde principios de 1985. El Instituto Max-Planck de Historia de Gotinga me ofreció la atmósfera académica e intelectual para mi trabajo.
La indagación en el archivo de Dresden me condujo hasta un descubrimiento de trascendental importancia para la historiografía sobre el krausismo español: hasta el descubrimiento de los originales impresos de Krause que Sanz del Río tradujo y publicó en elIdeal de la Humanidad para la vida2. Esta obra crucial del krausismo español, lejos de ser una acomodación al carácter y circunstancias históricas y culturales del pueblo español, es una traducción de escritos de Krause. En otro lugar he expuesto el significado y los detalles de este descubrimiento3. En breve espero publicar, con un comentario mío, la continuación inédita del tratado de Krause correspondiente alIdeal de Sanz del Río, tratado cuya publicación había quedado inconclusa al suprimirse la revista en la que el filósofo alemán lo iba publicando por entregas.
Muy pronto me di cuenta además de que una investigación minuciosa sobre Krause no solamente era de interés para España, sino también para la misma patria del filósofo. Las quejas de Ludwig A. Rosenthal sobre el desconocimiento y el olvido de Krause en Alemania, con ocasión del primer centenario del nacimiento y de los cincuenta años de la muerte de Krause4, eran repetidas un siglo más tarde por Klaus-M. Kodalle5. Sucesivas conversaciones con el Profesor Rudolf Vierhaus, Director del Instituto Max-Planck de Historia de Gotinga, con el Dr. Hans Bödeker, así como con otros historiadores del Instituto, apuntalaron definitivamente la idea de que una investigación sobre Krause era también de gran interés para la historiografía alemana.
Ya durante el primer año de mí investigación en Alemania comenzó a ampliarse mi plan de trabajo. Llegué a la conclusión de que era necesario antes que nada confeccionar una extensa biografía de Krause. Las biografías existentes de Lindemann6 y Procksch7, ambas escritas en el siglo XIX, eran absolutamente insuficientes. El material biográfico disponible era riquísimo. Pero, sobre todo, vi con claridad que la familiarización con la vida y el carácter de Krause constituía un requisito indispensable para comprender bien su obra teórica, así como las razones del escaso reconocimiento público que alcanzó en su propia patria. Por otro lado, constaté la importancia del krausismo alemán en la segunda mitad del siglo pasado, la abundancia de materiales sobre él y la ausencia de estudios detallados sobre el mismo. Así, lo que había sido proyecto de un libro único se convirtió en el proyecto de una investigación que habría de objetivarse en tres libros distintos: biografía, filosofía práctica y krausismo alemán. Este último es además muy relevante también para el krausismo español. A la vista del interés que existía en Alemania por una biografía de Krause, decidí escribirla directamente en lengua alemana. Debía salir allí en versión original y no como traducción de un libro español. Con todo, mi intención fundamental al tomar sobre mí ese doble trabajo fue la de adentrarme más profundamente en la atmósfera vi