: Alfred Bekker
: Maestro Demonio de Maskatan : Novela fantástica
: Alfredbooks
: 9783745238198
: 1
: CHF 2.40
:
: Fantasy
: Spanish
: 140
: kein Kopierschutz
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
La pálida luz de la luna caía sobre los muros grises de la antigua y medio podrida casa solariega. Una ligera brisa rozaba la hierba alta y los arbustos demasiado crecidos del jardín. Por un momento, las alas oscuras resaltaron negras como el carbón contra la luz de la luna. Unas alas que recuerdan a las correosas alas de un murciélago. Pero la criatura que aterrizó en la hierba alta al momento siguiente era mucho más grande. Un mono alado se agazapó entre los arbustos y enseñó sus dientes depredadores. La luna y las estrellas se reflejaban en unos ojos negros como el carbón... ...y la muerte.

Maestro Demonio de Maskatan : Novela fantástica









por Alfred Bekker




La pálida luz de la luna caía sobre los muros grises de la antigua y medio podrida casa solariega. Una ligera brisa rozaba la hierba alta y los arbustos demasiado crecidos del jardín. Por un momento, las alas oscuras resaltaron negras como el carbón contra la luz de la luna.

Unas alas que recuerdan a las correosas alas de un murciélago.

Pero la criatura que aterrizó en la hierba alta al momento siguiente era mucho más grande.

Un mono alado se agazapó entre los arbustos y enseñó sus dientes depredadores.

La luna y las estrellas se reflejaban en unos ojos negros como el carbón...

...y la muerte.




El mal está tan cerca...

Tan terriblemente cerca...

Pierre de Dorodonne-Clement palideció. Miró fijamente la pantalla de su ordenador y tuvo que tragar saliva involuntariamente. En ella se veían columnas de caracteres de aspecto extraño. Estoy perdido", pensó de Dorodonne-Clement. Ya no hay nada que pueda protegerme...

Era demasiado tarde.

De Dorodonne-Clement lo sabía.

Mi muerte es sólo cuestión de tiempo", se estremeció, mientras una fuerte ráfaga de viento hacía que la ventana, que hasta entonces sólo había estado entreabierta, se abriera del todo. El viento barrió los montones de papeles e impresiones informáticas que yací