: Vincent Bevins
: El método Yakarta La cruzada anticomunista y los asesinatos masivos que moldearon nuestro mundo
: CAPITÁN SWING LIBROS
: 9788412442786
: Ensayo
: 1
: CHF 10.70
:
: Erzählende Literatur
: Spanish
: 402
: Wasserzeichen
: PC/MAC/eReader/Tablet
: ePUB
Vincent Bevins nos presenta la historia oculta de las masacres respaldadas por Estados Unidos en Indonesia, América Latina y otros lugares del mundo. En 1965, el Gobierno norteamericano ayudó al Ejército indonesio a asesinar a cerca de un millón de civiles inocentes, uno de los puntos de inflexión del siglo xx. Se trataba de eliminar al partido comunista más grande fuera de China y la Unión Soviética, pero sus estrategias inspirarían programas de terrorismo de Estado similares en países lejanos como Brasil y Chile. Estos hechos siguen ocultos hoy bajo un manto de silencio. En esta audaz y completa historia, Bevins se basa en una década de corresponsal en Asia y América Latina para los principales periódicos estadounidenses, en documentos recientemente desclasificados, así como en archivos y declaraciones de testigos presenciales recopilados en doce países, para revelar un legado impactante que se extiende por todo el mundo. Durante décadas se dio por sentado que algunos de los países más poblados del mundo adoptaron pacíficamente el sistema capitalista liderado por Estados Unidos, pero El método Yakarta demuestra que el despiadado exterminio de izquierdistas desarmados fue fundamental para la victoria de Washington en la Guerra Fría.

Vincent Bevins. Santa Monica (EE.UU.), 1984. Periodista y escritor estadounidense. De 2011 a 2016 trabajó en Brasil de corresponsal extranjero para Los Angeles Times, tras haber trabajado en Londres para el Financial Times o en Venezuela para The Daily Journal. En 2017 se mudó a Yakarta y comenzó a cubrir el Sudeste Asiático para el Washington Post, y en 2018 empezó a escribir un libro sobre la violencia en Indonesia y en América Latina durante la Guerra Fría. Su trabajo se ha centrado principalmente en la política internacional, la economía mundial y la cultura global. Bevins nació y se crio en California y asistió a la Universidad de California en Berkeley. También llegó a participar en la final del Campeonato de Waterpolo Masculino de la NCAA en 2002 con los Golden Bears de California. En 2012, gracias a su investigación sobre la esclavitud moderna en la selva amazónica, las empresas de arrabio del estado de Maranhão acordaron no utilizar carbón vegetal producido con mano de obra esclava, la destrucción de bosques o las invasiones de tierras indígenas. Bevins a veces escribe y aparece en los medios brasileños, habla portugués con fluidez y también ha trabajado en español y alemán. Durante su trayectoria ha obtenido numerosos reconocimientos por su labor periodística, como el otorgado por Los Angeles Press Club, el Premio Lorenzo Natali Media de la Unión Europea o el Overseas Press Club.

Introducción

En mayo de 1962, una niña llamada Ing Giok Tan se subió a un viejo barco oxidado en la capital de Indonesia, Yakarta. Su país, uno de los más grandes del mundo, se había visto arrastrado a la batalla internacional entre el capitalismo y el comunismo, por lo que sus padres decidieron huir de las terribles consecuencias que el conflicto había supuesto para familias como la suya. Pusieron rumbo a Brasil, un país que, según otros indonesios que ya vivían allí, ofrecía libertad, oportunidades y un alivio ante tanto enfrentamiento. No obstante, casi nada sabían de Brasil. Era simplemente una idea. Y estaba muy lejos. En una ruta de cuarenta y cinco días marcada por la ansiedad y el mareo, llegaron a Singapur, cruzaron el océano Índico hasta Mauricio, pasaron por Mozambique, rodearon Sudáfrica y luego atravesaron todo el Atlántico para arribar a São Paulo, la ciudad más poblada de América del Sur.

Si pensaban que lograrían escapar de la violencia de la Guerra Fría, estaban terriblemente equivocados. Dos años después, el Ejército derrocó a la joven democracia brasileña e instauró una violenta dictadura. Posteriormente, los nuevos inmigrantes indonesios recibieron en Brasil mensajes de su país que describían las más estremecedoras escenas que uno pueda imaginar, una explosión de violencia tan aterradora que solo comentar lo sucedido hacía romper a llorar a los testigos, que cuestionaban su propia cordura. Pero la información era cierta. Después de aquella matanza apocalíptica en Indonesia, una joven nación sembrada de cuerpos mutilados emergió como uno de los aliados más fiables de Estados Unidos. Y desapareció en gran medida de la historia.

Lo acontecido en Brasil en 1964 y en Indonesia en 1965 quizá representó las victorias más importantes de la Guerra Fría para el bando que en última instancia se alzó vencedor: Estados Unidos y el sistema económico internacional vigente en nuestros días. Así consideradas, dichas victorias se encuentran entre los hechos más relevantes de un proceso que ha dado forma de manera esencial a la vida de casi todo ser humano. Tanto Brasil como Indonesia habían sido independientes, con una posición en cierto modo intermedia entre las superpotencias mundiales del capitalismo y el comunismo, pero cayeron de forma decisiva del lado estadounidense a mediados de la década de 1960.

Los políticos de Washington y los periodistas de Nueva York entendieron sin duda lo significativo de estos acontecimientos en su momento. Sabían que Indonesia, hoy el cuarto país más poblado del planeta, era una presa mucho más importante de lo que podría serlo nunca Vietnam.[1]Las altas esferas de la política exterior estadounidense consiguieron en apenas unos meses lo que el país no lograría en diez sangrientos años de guerra en Indochina.

Por su parte, la dictadura de Brasil, en la actualidad el quinto país más poblado del planeta, desempeñó un papel crucial para arrastrar al resto de América del Sur al grupo de naciones proestadounidenses y anticomunistas. Tanto en Brasil como en Indonesia, la implicación de la Unión Soviética fue mínima.

Lo más estremecedor, y relevante para este libro, es que los acontecimientos en ambos países llevaron a la creación de una monstruosa red internacional de exterminio —de asesinato sistemático y en masa de población civil— en muchos otros países, un elemento fundamental para la construcción del mundo que habitamos hoy.

Excepto en el caso de los propios indonesios y de los especialistasen la materia, la mayoría de la gente sabe muy poco de Indonesiay casi nada de lo acontecido entre 1965 y 1966 en el archipiélago. Indonesia sigue suponiendo un enorme vacío en nuestros conocimientos generales colectivos, incluso para aquellas personas que sí conocen algo de la crisis de los misiles de Cuba, de la guerra deCorea o de Pol Pot, o que pueden con facilidad recitar de un tirón algunos datos básicos del país más poblado del planeta (China), del segundo más poblado (La India) o hasta de los que ocupan la posición sexta y séptima (Pakistán y Nigeria). Incluso entre los periodistas internacionales, pocos son los que saben que Indonesia es el país mayoritariamente musulmán más poblado del mundo, por no hablar de que en 1965 contaba con el partido comunista más grande fuera de la Unión Soviética y China.

La verdad sobre la violencia de los años 1965 y 1966 pasó décadas oculta. La dictadura que se asentó después contó una mentira al mundo, y los supervivientes estaban encarcelados o demasiado aterrorizados para alzar la voz. Solo gracias a los esfuerzos de heroicos activistas indonesios y de entregados investigadores de todo el mundo podemos hoy contar lo sucedido. Los documentos desclasificados recientemente por el Gobierno de Estados Unidos han sido de gran