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Me parece recordar que ayer noche,
no estoy muy seguro de ello porque me dormí, tenía mucho sueño, la televisión me da sueño y ahora me duermo ahora me despierto, pero estoy casi seguro,
seguro, seguro,
que anoche Ada Maga se dirigió a mí desde la tele,
sí, sí, a mí, a mí personalmente,
recuerdo con exactitud cómo me miró desde la pantalla del Samsung, y dijo «Francesc, esta va por ti» antes de echar las cartas.
Y, mientras interpretaba el mensaje de los arcanos, me echaba ojeadas cargadas de intención y picardía, «atento, que te estoy hablando a ti, Francesc, esta va por ti».
Y dijo:
—La carta que te representa, Francesc, es la del Loco,
(era evidente que me estaba dedicando la representación)
te veo desorientado, agobiado, buscando un norte y una guía, y aquí, la Torre nos dice que estás confuso, que tienes miedo, porque la torre se rompe y nos anuncia un cambio brusco, quizás traumático, pero no tienes que preocuparte porque aquí están las Estrellas, que significan buenas perspectivas, que tendrás suerte, que vas a salir airoso. Y hay una señora que te ayudará. La Rueda de la Fortuna nos confirma el cambio imprevisto y feliz. Cambio imprevisto protagonizado por una mujer, como te decía, como nos confirma la presencia, aquí, de la Papisa, una mujer madura y sabia, una consejera, una musa que te conducirá hacia la luz. Los pensamientos y las intenciones de esta mujer están representados por el Diablo, pero no tengas miedo. El Diablo significa que su influencia será magnética, irresistible, mágica, te sentirás embrujado, poseído, quizás te resultará un poco doloroso, pero tienes que dejarte llevar porque ya te he dicho que todo sucederá para bien. Es una influencia positiva, es un cambio para mejorar, como certifica aquí el Mago, lleno de habilidad, de audacia, un ilusionista que manipula y hace milagros y provoca ilusiones, una persona libre e independiente.
Quizás hayas hecho algo malo,
(dijo, algo malo)
tú sabrás lo que has hecho,
(dijo, algo malo, tú sabrás lo que has hecho)
pero aquí, el Ahorcado garantiza que todo lo que te encuentres solo será negativo en apariencia. Al final, te espera el perdón, el descanso, la curación, la mejora. Y, de cara a un futuro lejano, no podía salirte una carta mejor que esta.
La Muerte.
La carta de la Muerte representa la salvación, el cambio radical, el viaje hacia la luz.
Yo ya lo sabía: enLas clavículas de Salomón, la Muerte está representada por la Letra Mem y significa el renacimiento, la inmortalidad a través del cambio, la transmutación.
Ada Maga decía todo esto mirándome a mí, directamente a mí, fijamente, obsesivamente, desde el televisor, y me llamaba Francesc, o sea que me conoce lo bastante bien como para tutearme, y ahora estoy mirando a la calle.
Pero no he salido al balcón.
Para que no me vean.
Estoy dentro de casa y atisbo a través de las rendijas de la persiana cerrada a medias. Como estoy en un tercer piso, casi no veo nada. No veo la acera, delante del portal, y muy poco de la calzada porque se interpone un plátano de copa frondosa y amarilla. Pero ya me hago una idea de la situación.
Policías de uniforme que van de un lado para otro, y policías de paisano que escriben cosas en un cuaderno o hablan por el móvil con cara de cabreo. Y un intermitente azul que hace un momento tenía más presencia, porque aún era oscuro, y ahora se va desvaneciendo porque amanece.
Llega un coche negro, brillante, recién lavado. Trae a alguien muy distinguido porque se espera en el interior hasta que un agente uniformado le abre la puerta.
Es el juez.
Un juez gordo de movimientos pesados que hace gestos de figurín elegantísimo. Se abrocha un botón de la chaqueta como quien dice «Mirad lo que sé hacer», y esconde barriga, y tira de los faldones por detrás como para ocultar un culo que nadie le miraría por gusto. Detrás de él baja un hombre más insignificante, con alma de esclavo. Lleva una carpeta de cuero, o de plástico negro.
Es el secretario.
Luego, una mujer joven y delgada, alta, la prota de la película, con un jersey gris porque ya empieza a refrescar, falda, zapatos de medio tacón, nada espectacular. Discreta. Probablemente madre de familia.
Es la doctora. La forense.
Tocará a Blanca. La manoseará. Le levantará el antiguo camisón hasta la cintura y hurgará en su cuerpo. Manos manchadas de sangre.
Me cabreo. Me rebelaría si pudiera. Se me