Capítulo 2.
En busca del conocimiento revelador
Las buenas ideas no retoñan en la cabeza si lo que hemos sembrado no es más que cizaña, envidia y mentira. Permanecer en el yermo de la ignorancia es como vivir en un limbo donde no identificas el infierno ni puedes describir un cielo.
1. Método eficaz para dejar la ignorancia
Para resurgir camino al renuevo, alejémonos de buscar pesar y de causar lástima entre nuestros seres queridos; no va bien sino entre los mendigos. Tú, esfuérzate.
Por si no lo ves, aún hay poder en ti; este es el momento de tu vida. Tu juventud es el tiempo donde la sabiduría que atesores te evitará males mayores.
Todos, jóvenes y adultos, debemos seguir la fórmula existente para la búsqueda de la felicidad (tema que se trata en el capítulo 10.1.3) y enseñarla a nuestros hijos con paciencia y tesón para derrocar de su trono al fracaso (que, para mí, solo es un estado mental).
Hay tres cosas que deberíamos hacer. Son las reglas para crecer en conocimiento. Primero: preguntar. Segundo: prestar atención. Y tercero: atrevernos a crear.
Cuando estamos en el colegio y nos vemos obligados a presentar un examen de lo que ya se ha estudiado, no es nada agradable que seamos contados entre los que menos sabemos. Por ello, tenemos que ser preguntones hasta el cansancio si es posible. Si sigues los primeros dos pasos con esmero, el tercero no te será nunca desastroso.
Quien hiciese de químico sin haber hecho una previa investigación sobre los productos que va a utilizar y mezclar podría resultar seriamente accidentado. Hay que escuchar a los que saben y prestar atención con humildad; cuando estemos preparados nos escucharán a nosotros. Por lo tanto, dejemos de actuar como si siempre tuviéramos la razón.
Todos podemos, aunque no todos estamos dispuestos. Y la mejor herencia que nos pueden dejar (lo dicen los mismos abuelos) es el estudio; así que aprovechemos toda oportunidad que se nos da de adquirir conocimiento. Quien se desenvuelve en un arte (lo haya estudiado o no en la universidad) aventaja en sabiduría a quien lo desconoce, pero puede ser «ignorante» en otros temas en los que no tiene habilidades. Así es que nadie es más que nadie y todos necesitamos de todos.
Hay cosas que se aprenden por el estudio y otras por la práctica. Los que no pueden ir a la universidad por su falta de dinero tienen muchas otras opciones. Lo importante es no dejar de estudiar. Se pueden tomar como referencia a los que están en constante análisis de lo que los rodea para desarrollar ideas que luego plasman en inventos útiles para la sociedad.
1.1.Orgulloso pero humilde
Todo grado de conocimiento que vayamos adquiriendo, en lo posible, debería ser usado para el beneficio de los más desfavorecidos y no para llenarnos de orgullo y arrogancia. Tampoco para aprovechar esa ventaja de conocimiento e imitar a los que con malicia a menudo estafan, desprecian y someten a los que no tuvieron la misma posibilidad.
¿Es necesaria la leche? Entonces necesitamos a la vaca, al lechero y al que la ordeña. Todos somos sabios y todos somos ignorantes. Nos queda mucho por investigar y muchas cosas que aprender. Estudiamos para ampliar nuestras posibilidades.
Debemos aceptar todo lo que nos ayude a mantener buenos hábitos y leer libros que nos ayuden a comprender el porqué de esta vida y su propósito.
En un tiempo, me preguntaba si mi existencia se limitaba tan solo a las necesidades básicas: trabajar, comer y dormir, y qué ganaba si me portaba bien. ¿Vivir al lado de Dios cantando y cantando toda una eternidad?
Ahora puedo decir con certeza que no es así. Si lo investigas, te darás cuenta de que nuestra existencia posterior no se limita tan solo a la adoración, sino q